miércoles, 8 de junio de 2011

Personal y economía

Cuando se crea la Banda de Música, allá por 1.891, el número de componentes era muy escaso, dado la dificultad que suponía la dedicación a éste arte compaginado con las tareas propias de cada uno de ellos, ya que la mayoría eran bien mineros o labradores y jornaleros, sin embargo en la primera fotografía encontrada, podemos contar ya diez miembros músicos y un atrilero de unos cinco años.
        Entre el hallazgo de ésta fotografía y la siguiente encontrada, que data de 1.900 aproximadamente, se observa un cambio muy sustancial en cuanto a la composición de la Banda y los miembros de la misma, ya que en ésta el número de músicos ha aumentado hasta los dieciocho y los educandos o aprendices que aparecen sentados delante de los músicos son ya seis.
        En las dos fotografías encontradas y que pertenecen a los años 1.925 y 1.928, el número de componentes es de dieciséis y educandos solo aparecen uno o dos, datos que si bien nos dan una idea aproximada de la composición de la Banda, tampoco son determinantes.

          A partir de 1.944, varios componentes de la Agrupación, formaron grupos musicales para amenizar los bailes que se realizaban en el Casino de Flores, en el Casino de Benito Rosa o en el de su hermano Rodrigo Rosa, siendo acompañados en algunos casos por otras personas no pertenecientes a la Banda de Música  como era el caso de D. José Ramallo y D. José Mª Noriega con el violín, formando parte de la llamada “Orquestina  Patria “ junto a Mancheño, Juan M. Romero, Diego Romero y Julian Romero.
            Algunos años más tarde, se formó, ya con miembros de la Banda, la llamada “Orquestina Romero”, que también amenizaba los bailes. El 9 de febrero de 1.950 y en escrito nº 2 de la Agrupación Musical, el Sr. Mancheño le remite al Sr.Alcalde-Presidente del Ayuntamiento relación nominal de los 24 componentes de la Filarmónica Calañesa, para conocimiento y efectos.  
             Durante 1.963, siendo director D. Antonio Garrido, se hace una captación entre los alumnos de la Escuelas Nacionales que tuviesen más de 10 años y que estuvieran interesados en aprender música y formar parte de la Banda Municipal; al principio, el número fue bastante elevado, y se comenzaron las clases de solfeo en las mismas aulas de las Escuelas. Más adelante, éstas clases se trasladaron a los sótanos de la Plaza de Abastos y el número de educandos quedó reducido a ocho.

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